jueves, 10 de mayo de 2018

4 Ideas para proteger nuestros honorarios de la inflación

Ajustar honorarios a la inflación, es una tarea interna que requiere de nuestra creatividad

En épocas de inflación, uno de los dolores de cabeza de todo profesional es el reajuste de honorarios. El incremento sostenido de precios va erosionando la capacidad adquisitiva de lo que cobramos por nuestros servicios. A diferencia de quien tiene un comercio minorista, resulta complicado y muy resistido adecuar los abonos.
Por lo general se abre un período de negociación con el cliente, en alguna época del año, con innumerables argumentaciones, ninguna de las cuales parece ser suficiente para convencer al empresario de la necesidad del ajuste.

Pasemos a mencionar cuatro variantes a la hora de fijar honorarios, que pueden servirnos para poner en piloto automático este proceso y sacarnos una preocupación de la cabeza.

1. Asociate al Estado

Una forma de adecuación de honorarios es atarlo a las estadísticas oficiales. Para no perder poder adquisitivo, podríamos establecer que ajustaremos en base a la variación del índice de precios mayoristas (o uno relacionado al sector o industria relacionada a la empresa). Entonces, una vez al mes, trimestralmente, semestralmente o anualmente, nuestros honorarios tendrán un nuevo valor, ajustado por la inflación. La ventaja de este método es la dependencia de cifras oficiales y públicas, que no dependen de la opinión de ninguna de las dos partes. Puede existir una desventaja, si consideramos que hay períodos en que las cifras oficiales no suelen estar de acuerdo con la realidad de la economía y también puede sentirse perjudicado el cliente que no está ajustando sus precios de acuerdo a la inflación.

2. Asociate a los sindicatos

Establecer tus honorarios como un porcentual del sueldo de convenio que rige a la empresa que estás atendiendo, puede ser una buena idea. Los empresarios suelen ver a los servicios como una especie de mano de obra tercerizada y no es raro que te vean como si fueras un empleado más. ¿Por qué no aprovechar esa inadecuada forma de pensar, a tu favor, anclando los honorarios a las escalas salariales?
Por ejemplo, podés fijar un abono que represente 1.5 veces el sueldo básico para un empleado de comercio sin experiencia, etc.
Tiene como ventajas la automaticidad; es un formato que el empresario ya tiene incorporado en su forma de pensar respecto a los recursos humanos, generando menos resistencia, le es familiar; por lo general los aumentos acompañan y en ocasiones superan a la inflación. Desventaja: el ajuste será anual, exponiendo tus honorarios a largos períodos de erosión por inflación.

3. Anclá tus honorarios a un producto o servicio de la empresa

Podés establecer honorarios en base al producto o servicio básico de la empresa. De esta manera, cuando el empresario aumente los precios, automáticamente los honorarios se adecuarán.
Ventajas: automaticidad; quita argumentos que puede esgrimir el empresario para resistir el ajuste, ya que está reconociendo implícitamente, que existe inflación.
Desventajas: hay que hacer un seguimiento de los precios de nuestro cliente; por otra parte, los precios no solo varían por inflación, en cuyo caso quedaría descolocado el ajuste de honorarios.

4. Aprendé de los municipios

Los municipios y otros estamentos del Estado, es habitual que cobren sus tasas en la boleta de servicios públicos. Teniendo en cuenta este sistema, podrías incluir tus honorarios como un concepto más dentro de lo que hay que pagar, por sueldos, impuesto a las ganancias, IVA, etc. Es decir, cuando pasás la cuenta de lo liquidado, incluís un ítem Honorarios. En este sistema, el incremento de honorarios es arbitrario o podés establecerlo teniendo en cuenta alguna de las pautas anteriores.
Ventajas: dividís los honorarios y esto puede generar una percepción de menor cuantía; relacionás tus honorarios con el servicio efectivamente prestado, lo que permitirá en el empresario establecer un claro vínculo entre lo que está pagando y por qué lo está pagando; se puede adecuar con periodicidad.
Desventaja: complejidad al tener que hacer una cuenta mensual para la distribución de los honorarios entre cada trabajo realizado.

Sea cual sea tu sistema de ajuste de honorarios, es imprescindible que lo establezcas al inicio de la relación. Cómo vas a reajustar, es un tema obligatorio previo a tomar un cliente. Las reglas claras ayudan a mantener una buena relación cliente – profesional y te van a ahorrar, en un futuro, el tiempo dedicado a la negociación de honorarios.
Además pensá que si el cliente reniega del sistema de reajuste que había aceptado al inicio, es una persona sin principios y poco fiel a su palabra, a quien no vale la pena brindar servicios, porque te hará incurrir en otra clase de costos, disminuyendo tu calidad de vida.
¿Aplicás alguno de estos métodos?
¿Tenés algún sistema que puedas aportar a la comunidad en Facebook de Marcas Contables? ¡Seguimos la conversación allí!
Saludos y hasta la próxima.•
Load disqus comments

0 comentarios